lunes, 24 de diciembre de 2012

23 de Diciembre, "Dia internacional del Bardeo"


Que significa bardear?

Es como agredir, humillar, descalificar a otro. Lo está "bardeando" (lunfardo contemporáneo argentino)
yahoo preguntas

Durante las fiestas, principalmente el 24 y 25 de diciembre es normal que las personas se desean buenos augurios para estas fechas, y para el año que viene. No solo a familiares y conocidos sino también a cualquier gil que se te cruce, desde la panadera que te vende los miñones hasta el del peaje que te da un ticket para pasar. A todos, sin discriminar. Por ejemplo : “Profesionales y Técnicos Justicialistas (PROTEJUS), hace llegar a ustedes, el deseo de una Feliz Navidad y un Próspero Año 2012, colmado de éxitos” o “En esta época de Navidad y Año Nuevo, les deseamos unas Felices Fiestas, con la fe y la esperanza de que todos sus planes y metas se hagan realidad”. Y cosas asi por el estilo.Pero no se si se dieron cuenta que en el mundo existe un balance casi natural, como dice calle 13 “En el mundo hay gente bruta y astuta / Hay vírgenes y prostitutas”, pero también existe el frío y el calor, el dia y la noche, boca y river, el sol y la luna, el agua y la tierra, facebook y twitter. Todo tiene un balance, una forma de compensar a su otra mitad. Todo salvo la época de las fiestas. Por eso es necesario el festejo del 23 de diciembre.El día del bardeo nació por casualidad, pero también por necesidad. Una necesidad de balance mundial se podría decir. Una especie de compensación de lo que va a venir. Si después vamos a desearnos todos lo mejor de lo mejor, éxitos, felicidad y todo eso, el dia del bardeo justifica todo eso. En el día del bardeo esta permitido la agresión, burla, descalificación, en definitiva esta permitido  “bardear” en el sentido verbal del término. Es algo que de alguna manera justifica lo que va a venir después. Justifica los buenos deseos sin sentido que se reparten a diestra y siniestra durante los días posteriores.Debo aclarar que el nombre oficial del día del bardeo es “Dia Internacional del Bardeo” (se cree que Misael lo decretó como día internacional un 23 de diciembre de la década pasada. Y fue solo por bardear.) y se celebra todos los 23 de diciembre sin falta, desde las cero horas hasta las 24 horas. Se permite bardear por mensajes de texto, cara a cara o a través de redes sociales. La única condicion es que el bardeado sepa quien es el agresor. Porque está permitido y porque nadie dice anónimamente “felices fiestas”. Y esto es casi lo mismo. Pero al revés.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Una pelea maravillosa



La mejor pelea de box que vi en mi vida no fue por un campeonato del mundo. Ni en el Luna Park. Ni siquiera estoy seguro quien fue el ganador. De lo que si estoy seguro es que solo la vieron los 30 o 40 que estábamos esa noche en el Club Rivadavia en Baradero. Y no, no se trasmitió por televisión.
                A la pelea nos había invitado el Manteca. El Manteca nos llevó las entradas, a Cartucho, al Negro y a mí, y se aseguró que esa noche estemos ahí. En el Club Bernardino Rivadavia. Por lo que yo sabía la única relación que el Manteca tenia con el boxeo era ver cada tanto las trasmisiones por televisión, a veces alguno de los sábados que nos juntábamos con los pibes en alguna casa. Eso y que hacía unas semanas había empezado a practicar boxeo recreativo en el club. A la semana ya era el encargado de organizar el evento. A las dos semanas era presidente de la comisión de Boxeo. El día de la pelea ya era vicepresidente del club. Y creo que ya había abandonado la práctica del boxeo. “es un entrenamiento muy exigente” me dijo cuando fuimos a la estación de servicio a comprar dos bolsas gigantes de hielo.
                La jornada pugilística se había organizado entre dos o tres pueblos vecinos. Había representantes de Alsina, San Pedro, Ramallo, Baradero y alguno más que no me acuerdo. Los representantes locales hacia aproximadamente un mes que practicaban en el mismo galpón donde se iba a llevar a cabo el combate. Llegamos temprano porque íbamos a ayudar al Manteca a organizar todo, más que nada acomodar tablones, comprar cerveza, armar el ring  y barrer un poco. Cuando se iba preparando la primera pelea y la gente se acercaba al club compramos la primera cerveza de la noche. Para evitar incidentes extra pugilísticos, el Manteca había comprado unos vasos de un litro. Bien por él. Pero la cerveza la llevamos demasiado tarde y no se había enfriado. Nada que unos hielos no puedan arreglar. Si, hielo en la cerveza y aún así fue la mejor pelea que vi. Mientras tanto los primeros boxeadores desfilaban por el ring. Cuando digo desfilaban quiero decir peleaban y por el ring quiero decir los tablones que unas horas antes habíamos acomodado. Eran la mayoría pibes que recién empezaban, casi ciegos por el protector (rojo o azul según el caso) y con las manos pesadas por los guantes. A la tercera cerveza la cosa se puso interesante.
                ¿Ese quién es? Preguntó Cartucho. ¿Ese? Señaló el Manteca Ese es el “Pode” Podestá. Mire para donde apuntaba el dedo índice del Manteca. Ahí estaba un pibe flaco, acomodándose los guantes y el protector. Cada guante tenía el mismo tamaño que su cabeza y debía pesar 30 kilos mojado. Ese era el “Pode” Podestá. Y estaba listo para subir al ring.  Adentro del cuadrilátero lo esperaba un representante de San Pedro. San Pedro queda al lado de Baradero y es a este pueblo lo que Shelbyville a Springfield. Allá deben pensar lo mismo. Es decir era el rival del pueblo rival. El clásico rival. La noche perfecta. Nosotros cuatro sentados en la primera fila. “le tengo fe al “Pode”” dijo Cartucho. “¡Vamos “Pode” Podestá!” Gritó el Negro. No era la primera cosa que gritaba el Negro en la noche. La primera cosa, que no me acuerdo que era, casi provoca una pelea que no tenía nada que ver con el boxeo y tenía que ver más con la cerveza, que no llegó a llevarse a cabo. Por suerte. Creo que fue en la segunda cerveza.
                Cuando llegó la cuarta cerveza, ya sin hielo, sonó la campana y los boxeadores cruzaron un par de golpes. No me pidan que hable de jabs, Uppercuts, swings o hooks. No me pidan porque no sé y si supiera no me acuerdo mucho. Me acuerdo que “Pode” hacia lo que podía ante los golpes del rival, que era más rápido, más bajo, más fornido y más técnico que el representante de Baradero. Pero el “Pode” tenía algo, además de una hinchada de cuatro personas en la primera fila. Algo difícil de explicar o describir. Algo como la sonrisa de los que saben que tienen un as en la manga. Algo como la mirada de los que saben el final de la película. Algo.
                Cuando a la pelea le quedaba poco el “Pode” recibió un golpe que lo tiró para atrás, no lo suficientemente fuerte como para noquearlo, ni siquiera para tirarlo al piso. Pero fue fuerte y los dos boxeadores lo sabían. Era un golpe que debería haber definido la pelea. Pero no, porque el “Pode” hizo algo que los cuatro que estábamos en la primera fila todavía recordamos. Y supongo que su rival de esa noche todavía recuerda. El “Pode” todavía mareado por el golpe miró a su rival, hizo chocar sus guantes entres sí y levantado los dos brazos le hizo un gesto totalmente impensado que es entendido universalmente como “vení”. Hizo en la derrota lo que nadie hace, ni en la victoria. Por eso debe ser que no me acuerdo como terminó la pelea. Puede ser que el árbitro, si es que había árbitro, haya decidido que fue un empate solo por ese gesto épico. Lo más probable es que cuando dijeron el resultado estábamos los cuatro en la barra pidiendo una cerveza más. O tal vez lo fuimos a acompañar al Manteca a comprar más hielo. No me acuerdo. Quizás estábamos hablando de que nunca jamás íbamos a olvidarnos de esa pelea y el gesto final del “Pode” Podestá.

domingo, 24 de junio de 2012

¿Que nos pasó?

  Sé que en este momento es medio inútil pensar. No es posible tener una postura intermedia entre Kirchneristas anti kirchneristas, 678 o Lanata, Clarín o el Gobierno, a pesar de que la gente tiene (o tenía) posturas propias antes y (quizás) las tendrá en el futuro. Los que no se alinean bajo una de las dos formas de pensar, son los tibios, los que no se juegan por nada. Los otros,  en un momento u otro les toca defender lo indefendible o leer su opinión en la prensa y repetirla como un anormal. En un país tan politizado, polarizado y bipolar no existe nada en lo que las dos partes estén de acuerdo (al menos públicamente) ya que cualquier toma de postura por parte de uno lleva al otro a pensar exactamente lo contrario. A pesar de esto creo que hay algo en lo que podemos estar todos de acuerdo, por más que en otros aspectos de nuestras vidas no pensemos más…



martes, 12 de junio de 2012

No todo es lo que parece

El mundo está lleno de
cervezas sin alcohol
bicicletas con motor
tatuajes temporales
motores con GNC
lunes feriados
balas de fogueo
milanesas de soja
corpiños push up
flores de plástico
entradas para el campo VIP
partidos amistosos
envidia sana
amigos virtuales
y demás traidores
a causas aún
menos urgentes

sábado, 14 de abril de 2012

La Paradoja Palahniuk


Si empezaste a leer libros después del año 1999 significa que si conocés a Palahniuk o leíste alguna vez un libro de él, la película El Club de la Pelea (Fight Club, 1999) fue lo que te llevó a leerlo. Por lo menos eso le pasó a algunos de mis amigos (los que leen) y a mucha otra gente que conozco. Ves la película, te enterás que está basada en un libro, ves quien escribió el libro, encontrás un libro del mismo autor y lo comprás, lo lees. Después de eso tu vida cambia, básicamente porque es muy difícil encontrar una copia del libro El club de la Lucha. Pero si por una de esas casualidades conseguís uno, o imprimís ilegalmente una copia de un pdf que encontraste por casualidad en internet y lees el libro, vas a saber lo que digo. Porque casi todos los que llegan a leer este libro tuvieron que ver la película El Club de la Pelea antes, es decir conocen el final de la historia. Y los finales de los libros de Palahniuk no son finales comunes. Y no es lo mismo leer el libro sabiendo el final. Para nada. Pero no hay vuelta atrás (salvo la amnesia o algo parecido). Para conocer a Palahniuk hay que ver la película El club de la pelea, hay que saber el final. Es eso o no conocerlo. ¿Y como sería leer el libro sin conocer la película? No lo sé. Estoy buscando a alguien que no vio la película para prestarle el libro, todavía no encontré a nadie. En eso se basa el “Proyecto Palahniuk”. Porque quiero saber que se siente leer ese libro sin saber el final. Quiero saber si no da demasiadas pistas, si no se anticipa un poco. O es sólo que yo sé el final y por eso me parece que cuenta demasiado. Sé que nunca voy a poder conocer la sensación de leer el libro y sorprenderme, saber qué sensación produce enterarte de a poco del final. Porque el que participe del “Proyecto Palahniuk” puede contarme, pero no es lo mismo. Una lesbiana nunca va a saber cómo es hacerse el amor a ella misma. Y yo nunca voy a saber cómo es leer El club de la pelea sin saber el final. Salvo que en un futuro el Alzheimer…

domingo, 4 de marzo de 2012

lunes, 20 de febrero de 2012

Ella

A ella le gusta la mùsica, la carne, la gente, la velocidad, le gusta la locura. Es nerviosa, inquieta, es celosa de sus amigos cuando ella no es el centro del mundo. Es hermosa, rebelde, joven, inteligente, cruel pero jamás lo admitirá. Odia las frutas y las verduras y el pescado. Ama la carne, el queso y la harina. No se priva de nada que le guste, come, toma, se droga y dibuja y pinta. Lee. No mira televisión. No tiene vergüenza de expresar lo que siente y también miente. Ella ama el público y el reconocimiento. Tiene muchos amigos y pocas amigas. A veces besa a sus amigos en la boca. Los abraza a todos, incluso a los que acaba de conocer. Siempre conoce gente nueva, atrae a la gente. Vuelve locos a los hombres. le gustan las fiestas y odia la música de moda. Ama a los buenos artistas y a algunos malos también. Le gustan los perros, los viajes. Nunca se peina. Le gusta la ropa cómoda y jamás usa corpiño. Nunca demuestra debilidad y habla continuamente sin aburrir. No sé cómo coge.

domingo, 8 de enero de 2012

Manifiesto

 
 
¿Por qué A.M.E.B.A.?
AMEBA son las siglas de Arte Móvil Experimental Buenos Aires.

Arte en tanto dos definiciones posibles del término: Por un lado la pretensión de que nuestra actividad sea considerada como una manifestación de nuestra visión personal del mundo, a través de recursos expresivos, sin los condicionamientos que impone la academia o el mercado. Pero arte también en el sentido de virtud o disposición para hacer algo, más cerca de un saber hacer que un sistema exclusivo de artículos catalogados como arte.

Móvil porque la esencia de AMEBA es el movimiento. No tiene lugar fijo, ni bandera, ni tiempo. No intenta conquistar un lugar y quedarse allí si no avanzar, moverse por los márgenes, por los recovecos que no son aprovechados por los demás, los lugares que el arte consagrado descarta por efímero y transitorio. Las obras permanecen en los museos para siempre. Las obras de AMEBA aparecen y desaparecen, mutan, se destruyen, cambian, se rompen, pasan a mejor vida, se mueven.

Experimental porque no hay un curso definido, no hay un plan a seguir, una ruta marcada. No hay condicionamientos, ni siquiera los propios. No hay bocetos, ni pretensiones. AMEBA se adapta a los lugares que encuentra y allí se desarrolla, adopta la forma necesaria y sigue adelante.

Buenos Aires porque la ciudad es nuestro hábitat. Si los museos conservan el arte consagrado, nuestro lugar son las calles, si la vida moderna exige velocidad, intentamos encontrar la pausa. Si los cuadros están en los museos y la basura en las calles, tratamos de mostrar que a veces esto puede ser al revés. AMEBA es necesariamente urbana, se nutre de relacionarse con artistas, peatones, muralistas, stencils, grafitis, ciclistas y garabatos.



http://ameba2011.tumblr.com/
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