sábado, 28 de marzo de 2009

To beer or not to beer

"¿Como saber cuando terminar con la cerveza y empezar con el fernet?
Cuando se termine con la cerveza..."

domingo, 22 de marzo de 2009

Bar Fly

Cuando el moscardón choca una y otra vez la cabeza contra el vidrio intentando lograr la ansiada libertad, el hombre – que es el centro de la creación- piensa: “que bicho estúpido”

Cuando el hombre, agotado por el trabajo, se recuesta en una de las ventanillas del colectivo y ese colectivo toma por una calle empedrada y la cabeza empieza a golpear el vidrio de la ventana, el moscardón – que quizás es el centro de la creación- piensa: “Que animal estúpido”.

jueves, 12 de marzo de 2009

A favor del campo: Manu Chao en el Luna Park


Sábado 7 de Marzo de 2009

- En la próxima nos bajamos – le digo a Marcos antes de descender del colectivo 93 que nos llevaba al Luna Park.
- “Próxima estación: Esperanza” - me contestó.
- Esa frase la debería haber dicho yo.
- Si, ya se. Debo estar pasando mucho tiempo con vos.

La gente se iba acercando al Luna Park, los vendedores ambulantes ofrecían sus remeras, pero todavía no era el momento. Yo tenia mi remera del Gauchito Gil y Marcos la suya de Free Fly, todavía. El supermercado chino proveía las latas de cerveza. Y lateando llegamos a la puerta. Un policía nos dice que debemos ir por la vereda. Nosotros, Por la Carretera.
Ya en la fila, los que nos acompañaban mientras terminábamos nuestras latas (yo la segunda, Marcos la primera) no eran un ejemplo de la moral y las buenas costumbres. El primero tenia una entrada para el domingo e iba a intentar entrar igual. El otro una platea y quería ir al campo. O tirarse al campo una vez adentro. No sé la suerte que corrieron.
“Bienvenida a Tijuana, bienvenida mi amor”
Entramos a la hora justa. Minutos después un loco (Loco en serio, de los del Borda) empezó a cantar. Y cientos de locos en el público lo escuchaban. Después si, entraron ellos, la banda, Radio Bemba, Manu Chao y el fantasma de Mano Negra. Y desde entonces no pararon. Ni para ir al baño, ni para descansar, ni para tomar algo. Siempre la guitarra o el teclado estuvieron sonando de fondo. Siempre un ruidito atrás que , por lo menos, te hacía mover la patita.
“Me estás dando mala vida”
Desde que empezó fue una fiesta; arriba pero sobre todo abajo del escenario. Todos saltando, un poco de acción, bailando o moviendo alguna parte del cuerpo. Nadie estaba quieto. Y a veces eso no es tan bueno. El primero que se dio cuenta fue Marcos. No tengo la billetera, me dijo, Igual tenía unos pesos nada más... Ahí me di cuenta que robaban. Mucho. Demasiado para el precio de la entrada y la fiesta que era. Eso igual no cambió casi nada, pero robaban. Mucho. Pronto el piso se llenó de objetos que segundos antes estaban en la mochila o el bolsillo de alguien. Billeteras vacías, documentos, carnets, cepillos de dientes, llaves, papeles, desodorantes, monedas, relojes, etc. Pero eso sólo por el suelo... arriba la fiesta seguía. Y abajo también.
En un momento viene alguien y me toca la imagen del Gauchito Gil en mi remera, se hace la señal de la cruz y sonríe. Me muestra su rosario con la misma imagen. Todo esto en medio del pogo. Creo que al final nadie entiende mi remera. Sólo el Seba por ahora. No la entienden ni siquiera los que no la entienden.
“In the hell of Patchinko”
Además ahi adentro hacia calor. Mucho calor. Y Manu estaba tan cerca que veíamos las gotas de transpiración en su cara. Y no paraba. Y nosotros tampoco. Tan cerca. Hay que saltar. Y el calor. Las remeras cada vez mas transpiradas, el Gauchito Gil parece que llora sangre, pero es la remera que destiñe un poco nada más. Y el calor. Transpirar. Saltar. Ya van dos horas y todavía no pararon. Ni ellos, ni nosotros.
“Te espero siempre mi amor, cada hora, cada día....”
-Me acuerdo que cuando te conocí usabas una remera blanca de Manu Chao- Me dice Marcos. Y otra vez las remeras.
-Si, puede ser. Pero ya no la tengo mas.
- Me acuerdo que nadie escuchaba Manu Chao.
De fondo suena un reagge que parece tranquilo, pero de un momento a otro todo cambia. Suena la distorsión y hay que saltar de nuevo. La música es como el sonido del mar que siempre está , de fondo o como una ola que lleva todo y rompe contra la orilla. Un mar de gente había ahi.
Y el fantasma de Mano Negra aparece. Con Gambeat haciendo música con su boca y con su bajo. Con Garbancito y Sidi H´Bibi. Y otra vez Radio Bemba de fondo. Y los locos hablando, los locos que tienen la razón, esta vez. Y los demás locos escuchando y bailando. Y la música sigue así, internacional: Francés, español, Inglés. Y eso creo que es portugués.
“Me estás dando mala vida, yo pronto me voy a escapar...”
Y de vuelta el calor. Y el pogo. Saltar. Calor. Transpirar. Demasiado. Para mi. Y para Marcos. Su remera ya era agua. Y el calor, fue demasiado. Lo vi irse hacia la puerta sin decir nada, con el celular y la remera en la mano. Lo vi caer delante mio. Lo vi perder su remera, su celular y el conocimiento. Lo vi hacer Mosh inconsciente. Lo encontré en la puerta sentado sin su billetera, sin celular, sin remera, sin aliento. Pero con una sonrisa. A pesar de todo esto está muy bueno. Y tomamos algo de agua y volvimos. Mientras tanto Manu Chao se iba, volvía y se volvía a ir seis o siete veces más, siempre volviendo.
La remera nunca la encontramos. Vimos el final desde un costado, casi recuperados. Salimos como todos salieron: contentos y cansados, con la certeza de haber visto un show increíble. Y que nada podía opacar esa noche.
“Si me dan a elegir, me quedo contigo...”
Afuera otra vez gente por la calle, los policías y los puestos de remeras. Eso era lo que buscábamos. Una remera. Y no la encontramos: fue la remera la que nos encontró a nosotros. Entre la multitud escucho una voz que dice: eh, Baradero... yo te vendí esa remera- Y si, era al que le compré mi remera del Gauchito Gil en el recital de la Vela Puerca en Baradero, una aparición impensada, podría decirse que un milagro menor. O casi.
-Mirá como estamos – le digo – necesitamos urgente una remera.
-Bueno, te hago un descuento por cliente viejo,-Dale, dame la verde de allá. Así fue como Marcos consiguió su remera. Así fue como termino la noche. La música sonaba todavía en nuestros oídos. “Y yo vengo del Hoyoyoyo...” Y si yo fuera Maradona, pero no lo soy. Y si la vida te da palo, la disfrutamos igual. Porque aunque nos engañaron con la primavera, siempre hay esperanza. Disfrutando de todo. Lo bueno, lo malo y lo otro. Nada es muy poco.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Escritores que no...

El último escritor murió en 1994 y ya no escribía. Era aclamado cuando leía por lo que escupía. Casi como una estrella de rock. Una estrella de rock, otro escritor que no escribe, se consagró ese mismo año mientras un escopetazo atravesaba su cabeza.

Hay muchos escritores, demasiados como para tenerlos a todos en cuenta, leerlos a todos, entenderlos a todos. Demasiadas palabras. Pero también hay otros, diferentes, que no necesitan escribir mucho para transmitir lo que piensan. A veces ni siquiera lo piensan. Son escritores que no escriben. Pero igual lo hacen. No quizás del modo al que se acostumbra en la literatura. Estos escritores se expresan donde sea y como sea. Puede ser que lo encuentres en un libro. O quizás solo en una frase de un libro. Es como el impulso que te lleva a escribir sin mirar atrás ni adelante. Solo escribir. Hunter S. Thompson escribía así. También Bukowski. Pero esos son ejemplos mas cercanos a la figura del escritor. Los escritores que no escriben están en todos lados. Escriben letras de canciones, paredes, cartas, boletos de colectivo, mesas, margenes (sobre todo en margenes), frases, tatuajes y, por que no, blogs.

Creo que era el Subcomandante Marcos el que decía que las cosas que tardan mas de tres meses en llegar o no valen la pena o son un embarazo. Conmigo es al revés. Nada dura mas de tres meses y por eso es que no valen mucho la pena. Este blog es la excepción a la regla, es lo único que tengo, entonces. Dos años. Creo que es lo mas viejo que tengo. Esto y mi remera de Pez (que solo vuelve a ser negra cuando la lavo). Esto es mi maldita valija. La Valija de Hunter S., pero también la valija de la ANG*. Siempre creí que se puede vivir solo con tu equipaje de mano. Y ahora el Seba también lo cree.

Y esto, que es también lo mas real que tengo, que ya es casi mi casa, mi casa mas estable (mi casa porque hay gente que se queda unos días, pasa y dice algo o solamente se queda mirando) Esto es lo que hay. Por ahora.

En este blog se cruza todo el tiempo mi pasado, mi presente y creo que mi futuro. O quizás escritores... sea como esas estrellas de rock olvidadas que solo se convierten en inmortales cuando se mueren. Y quizás este blog tiene que morir para que algo nuevo pueda nacer.


*Anarco Narco Guerrilla.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...