viernes, 30 de julio de 2010

A.C.

Todos prefieren salir a cazar
aunque algunos no vuelvan.
El olor de la sangre los exita.
Otros pintan en las paredes
escenas cotidiandas
Se expresan asi
aunque quizás no saben
de que hablan
Las mujeres se agrupan
junto al fuego
y esperan que el
resultado de la cacería
sea mejor que el de ayer.
Afuera los sonidos de la selva
se escuchan
todo el tiempo.
Yo, prendo el velador,
me siento en mi sillón
y leo un libro.

miércoles, 28 de julio de 2010

Jabones

No entiendo por que algunos jabones vienen con coco, frutos rojos, miel, leche, guaraná, limón, etc. Yo una vez probé uno y tienen un gusto horrible.
Eso si, no volvía a decir una mala palabra en la reputísima vida.

martes, 27 de julio de 2010

Casados Con Cachorro

"Demasiado jóvenes para tener un hijo, muy pobres para vivir en un country o hasta en Palermo. Demasiado irresponsables para tener un hijo. Departamentos demasiado chicos para un perro de verdad. Muy aburridos de la televisión. Demasiado explotados para progresar. Un presente y una decisión. Un futuro incierto. Dios los crea y el mundo los amontona. Casados con Cachorro. CCC. Triple C. Cacoca. Parejas que son tres, apiladas unas sobre otras en edificios uno al lado del otro."


Si quieren más, acá.

Facebook

"En serio: ¿Quien carajo tiene 400 amigos?"

viernes, 23 de julio de 2010

En Bici


Ahora sí, parece que ya empiezo a entender
Las cosas importantes aquí
Son las que están detrás de la piel
Y todo lo demás...

Estoy volviendo a mi casa, son un poco más de las doce y tengo que volver. Mañana me tengo que levantar temprano o no tanto. A las siete estaría bien. Y es jueves.
Tengo que pedalear porque hace frío. Y sólo puedo escuchar una canción. Cuando no tenía la bici podía escuchar siete o diez canciones en el camino hasta lo de el Negro. Ahora no, y eso no es tan malo. En parte es culpa de él. Mi bici está como está gracias a él.
Mi bici es la misma que hace muchos años. Una playera amarilla, algo despintada y con unas caritas felices que todavía sonríen. Yo no le pido mucho a ella y ella tampoco a mí. Me lleva y me trae entre los autos. Y eso es más que suficiente.

Empieza donde acaban mis pies
Después de mucho tiempo aprendí
Que hay cosas que mejor no aprender.

Estoy pedaleando y hace frío. Sólo en las manos en realidad. En la cabeza tengo mi gorro coya de alpaca que me compré en Bolivia. Flamea con el viento casi igual que mi rueda delantera con el empedrado de la calle.
Me parece casi como una película estar pedaleando por Buenos Aires. Parece otra ciudad, casi como la ciudad que una vez abandoné (o ella me abandonó)
Por lo general el camino de ida es para el Robe Iniesta y Extremoduro.
La vuelta, con el gusto del vino todavía en los labios, exige ser más calma.
En este caso, Fito Cabrales…

El colegio poco me enseño... si es por esos libros nunca aprendo a:
Coger el cielo con las manos
A Reír y a llorar lo que te canto
A Coser mi alma rota
A Perder el miedo a quedar como un idiota
Y a empezar la casa por el tejado
A poder dormir cuando tú no estás a mi lado


Y en el camino empiezo a pensar. Que quizás no puedo estar mejor de lo que estoy. Tengo todo lo que quiero, que no es mucho. Algo de libertad. Gente que me quiere. Gente que no.
De golpe todo el pasado desaparece. Sólo existe el presente y sólo existe como punto de partida. No me olvido del camino que me trajo hasta acá, pero el que lo recorría era otro. Yo soy otro.

Menos mal que fui un poco granuja
Todo lo que se me lo enseñó una bruja
Ruinas... ¿no ves que por dentro estoy en ruinas?
Mi cigarro va quemando el tiempo,
Tiempo que se convirtió en cenizas
Raro!! no digo diferente digo raro!!
Ya no sé si el mundo está al revés
O soy yo el que está cabeza abajo

Y pedaleo una vez más en mi bici amarilla, voy a contramano en una avenida (es más fácil llegar así) esquivando semáforos. Paso por abajo de un andamio, esquivo unos perros y ya estoy llegando. Podría estar en otro lado ahora y no me sentiría tan bien. Esquivo un colectivo y ya estoy llegando.
El dia ya se terminó, la canción está cerca de terminar.
El camino queda atrás, con un par de cosas más.
Estoy llegando y nadie me espera. Yo no espero nada de nadie, pero creo que hay un futuro que está esperando por nosotros.

El colegio poco me enseñó...
Si es por el maestro nunca aprendo a:
Coger el cielo con las manos...

viernes, 16 de julio de 2010

Del Libertador y algo

-Buenas tardes soy personal de policía. ¿Tiene documentos?
- No.
- ¿Se acuerda del número?
- No.
-Ah, y se puede saber por qué no se acuerda de su número de documento?
- Es por un problema que tuve hace poco. Perdí mi memoria a largo plazo.
- Usted es muy pillo. sabe por qué lo paramos...
- No. ¿por que?
- No importa. vaya, vaya, circule.
- Gracias oficial!
(sigue caminando y se sienta en una plaza a escribir esto)

jueves, 15 de julio de 2010

El juego de la oca

Una noche, sobrio en la ciudad de la furia, perdí la agenda con los números que había acumulado durante ocho años de trabajo y relaciones personales. Claro, nunca la encontré.
Una mañana en Humahuaca, me desperté y advertí que había perdido a mi mujer, pese a que todavía la tenía a mi lado, durmiendo. Con ella perdí mi casa, mis cosas -libros, discos, sentires-, una parte del tiempo que compartía con mi hijo, el auto que era de su mamá y, sobre todo, perdí irremediablemente el sentido de la ubicación. Ya nada iba a ser igual. Comprendí al perder lo más importante que en la vida -por lo menos en la mía- no existe el progreso: existen la mutación, el cambio, la inestabilidad y la estabilidad, los proyectos que se levantan y los que se desmoronan. Descubrí entonces que la vida podía ser el juego de la oca, que a cada paso se puede volver al punto de partida...
Una madrugada, casi un año después de haber perdido todo eso, perdí también la billetera con el documento, el carnet de conducir, la foto de mi hijo, las credenciales de mi trabajo, el carnet de la prepaga y toda la plata que tenía. Fue en una situación confusa en la que el alcohol -con muy poco- había logrado nuevamente que pierda la soberanía sobre mi propio ser: que dejara de decidir qué quiero y qué no quiero para mi.
Todo el tiempo pierdo papeles, a cada rato advierto que ya no tengo lo que creía atesorar, nunca encuentro lo que busco en el momento que pretendo y, lo más preocupante, me olvido de las cosas con una facilidad que me hace pensar que ya no soy la misma persona que fui. Hoy mi vida es asi y ya no sé si cambiará. Ojalá que si. Un poco de monotonía y de orden, un poco de calma, me vendría bien para después si largarme a la más osada de las aventuras en busca, una vez más, de cambiarlo todo. Animarme a recuperar lo que resigné y lo que me robaron mucho antes de lo que hubiera perdido todo lo que en estas líneas admito. Ese es mi deseo.

jueves, 1 de julio de 2010

relaciones.

la gente conoce demasiado a demasiada gente

dicen, que la conocen

pero sólo es momentáneo

y espero que todos se den cuenta,

que estamos solos.

en un espacio y en un tiempo loco

o real
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