jueves, 3 de julio de 2008

Dime tú para quien trabajas

(o un mes trabajando para Luis Miguel)

Todos sabemos más o menos para quien trabajamos. Pero en realidad creo que puede ser pensado al revés. Trabajamos para alguien cuando le damos plata a ese “alguien”. Por que la plata en si, no sirve para nada: es sólo un medio para conseguir otra cosa.

Entonces. Si trabajar para alguien significa pagarle, lo que resulta interesante ponerse a pensar (por lo menos eso pensaba anoche, a raiz de lo que voy a contar a continuación) es cuanto tiempo trabajamos y para quién.

Con facilidad se puede hacer un cálculo de cuanta plata por hora nos pagan por trabajar. En base a eso se puede hacer un cálculo de cuanto tiempo por año trabajamos para cada persona / empresa / negocio / o lo que sea.

Por ejemplo yo trabajo 4 horas por mes para el que fabrica mi shampoo. Dos horas por mes para los que hacen los chocolatines Jack, para completar la colección de muñequitos ( si, los estoy coleccionando de nuevo). No quiero saber cuanto tiempo por año estoy trabajando para fábricas de cervezas. Por suerte nunca trabajé para una tabacalera. Eso es trabajo insalubre. Para tener un reproductor de mp3 trabajé una semana en una empresa china que nunca oí nombrar. Y la lista sigue.

En realidad todo esto empezó cuando MariCel me pidió que le averigue sobre el precio de las entradas de Luis Miguel. Estaban como 500 pesos, creo. Pero no hay más. Agotadas. En la reventa cuestan 1200 pesos. Si, mil-doscientos pesos. Un mes entero trabajando para Luis Miguel. Todo un mes levantandote temprano para eso. Y trabajar para él no es muy grato. O si. Es exactamente igual a tu trabajo de siempre. Con la diferencia de que al final podés ir a verlo cantar. Y si tenés ganas escucharlo. Pero es todo un mes trabajando para él.

¿No querés, mejor, trabajar tres dias juntos para los Fabulosos Cadillacs y que ellos nos dejen ir a al recital? Yo creo que voy a hacer eso, si querés acompañame...

5 comentarios:

Sunshine dijo...

Nunca había pensado desde ese lado mi trabajo...
Es cierto lo que decís. Y la verdad que por un lado prefiero pensar que trabajo para, por ejemplo, Drexler. Parece más placentero. Sin embargo la realidad es otra... Uno trabaja para su empleador, para después poder darle a otro más trabajo con nuestro dinero.

Igual voy a seguir creyendo que Drexler es mi jefe. Voy a estar más contenta. Para Luis Miguel, ni loca trabajo!

Besos Mati!

Anónimo dijo...

y yo q pensaba q seguias trabajando para ramonaaa...a como? no necesita plata ella?

Anónimo dijo...

debo reconocer que tampoco habia visto ese lado de mi trabajo. pero bueno. muy interesante tu blog. llegue a el debido a un comment uyo en otro blog pidiendo musica de manu. pues tengo a mano mucha musica suya si deseas solo avisame. Buena suerte!

El Cronista dijo...

Mati, cuando leí el título pensé que habías sido mas vivo que todos nosotros: dije: "este guacho compró entradas y ahora las revende y hace unos buenos mangos".
Eso sería parecido a lo que hace Luismi, ahora papá.
Pensalo: trabajás gracias a Luismi, te podés ganar en tus cálculos 700 pechitos, y mientras no haces un carajo. Ah! Ahora sí: Luismi no va a ser tu patrón, sino tu Mecenas, que es peor.
Saludos!
Juan

MatiAsF dijo...

no, lo pense lo de las entradas, pero me pareció injusto para los posibles compradores... despúes de todo sigue siendo Luis Miguel

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