De pendejo te visten de rosa o de azul. De pendejo tenes que jugar a las muñecas o jugar a la pelota. Nos leen cuentitos con finales felices y en la escuela nos enseñan que un mundo feliz existe y que todos nuestros grades sueños e ilusiones se van a cumplir. El mundo está ahí para nosotros y nosotros podremos vivir felizmente en él. De adolescentes nos ponemos de novios y claro que soñamos con que sea para siempre. Ya estamos cagados. Tantas películas y libros, tantos cuentitos de hadas no fueron al pedo.
Y de grande los sueños gigantes que siempre soñamos con alcanzar están cada vez más lejos, los principes azules o son grises o siguen siendo ranas, las princesas con cabellos largos se han rapado y los zapatitos de cristal son tan caros que ni con la Mastercard los podemos comprar. Y después vamos al psicólogo porque el mundo que contruímos en nuestra cabeza no existe y porque no hay ideales, hay reales.
Sí, Disney nos cagó la vida. Y por cómo seguimos, lo seguirá haciendo.
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4 comentarios:
Si, a veces pasa, pero a veces nos damos cuenta que las princesas no sirven, que sólo son de mentira y nos vamos con alguna "otra que sale Rana..."
Secuelas de leer al Pato Donald...
No a la idealización! Sí a la realidad! Disney es para chicos y si lo vemos ahora, es muy tierno recordar todas las cosas en q creíamos, que por supuesto, ya no son las mismas. Avanti, Matías!
Gracias a mi mala memoria o memoria a corto plazo, no recuerdo ningún cuento de Disney.
El mayor problema es querer llegar a ser esa princesa ideal, a la cual nunca vamos a igualar, exigiendonos de manera torturante a veces. Mujer, novia, madre, y profesional.. y todo perfecta??
La realidad es que al llegar a casa, los zapatitos de cristal es lo primero que tiramos por ahí..
Bienvenidas al mundo real donde el zapatito de cristal no es amigo de nuestros pies.!
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