lunes, 17 de noviembre de 2008

Ya son 20.

Hace unos años que los “10 de Rutina” quedaron lejos y ahora ya van por los 20. Sí, 20 de rutina. Podría pensar qué estoy haciendo cuando fumo para tratar de reducir esos innecesarios cigarrillos que fumamos no sé por qué. Todos aquellos que fumamos estamos de acuerdo de que los más placenteros son aquellos que se consumen después de comer, en una charla con amigos y después del amor, el deseo o el desenfreno. Y por qué no en una espera, o en una situación angustiante o cuando realmente estamos nerviosos. O estudiando, al lado del mate, el cigarrillo.
Pero los demás, los cigarrillos que fumamos cotidianamente aparte de aquellas típicas situaciones, ¿para qué fumamos los demás? Ya sé, es vicio. Pero es algo más. Y así como muchos cuando se aburren comen, otros en cambio fumamos. Claro que podría buscar pasatiempos más saludables para pasar el rato, pero no. Estoy aburrida y fumo. Por suerte no me aburro demasiado. Pero mi problema es que cuando estoy aburrida o sin nada por hacer pienso, y a veces exageradamente. Y claro, a nadie le gusta pensar demasiado, ya bastante tenemos con lo poco que pensamos. Y pensar, para mí (y para muchos) pensar es el disparador exacto de un cigarrillo. Cómo si nos aliviara la existencia. Como si ahogara o ahumara nuestros pensamientos más rebeldes. Es necesario. Esos pensamientos son devueltos a su cause natural como por arte de magia y una sensación de paz nos acalla el interior. Y por qué no, nos inducen a algo que a veces es productivo. Nos alivia el pensamiento y los vuelca a un papel… o a un blog. Por eso siempre me vivo preguntando cómo conviven con sus pensamientos aquellos que no fuman. Y hasta llego a pensar si son más fuertes que nosotros por aguantar esos juegos de palabras que inundan nuestras cabezas. Lo peor de todo es que todavía no obtuve una respuesta satisfactoria y la necesito, porque pensar tanto no es bueno, pero fumar, menos.

5 comentarios:

MatiAsF dijo...

supongo que mis pulmones agradecen que a veces escribo...

Carozo, el más groso dijo...

a mi me pasa al reves: fumo pero no pienso

Anónimo dijo...

el fumar es una inspiracion para escribir

Anónimo dijo...

Si, depende de que estas fumando...

messiel' cartous dijo...

Creo que el problema del pucho es que no distorsiona tu cabeza...entonces seguís pensando y fumando también...pensalo (y fumate otro)

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