martes, 29 de septiembre de 2009

Las enseñanzas de Castaneda II

"Dios es pu*a propaganda" LPR


En un intento por que nadie sepa bien quien soy ni lo que hago cree algo que nadie sabe bien que es ni de donde viene. Estoy hablando de Ranchapart, o
Ranchapart Inc.


Ahora que lo pienso Ranchapart es todo. Todo lo que pienses que puede ser. Lo único seguro es que su origen tiene que ver con la mítica banda punk Rancho Aparte. Y nada más que eso. Pero Ranchapart creció y se transformó en un movimiento que abarca todo y nada a la vez.

Ranchapart Inc. puede considerarse como un colectivo integrado por una cantidad no especificada de personas que se dedican a los más variados rubros: música, pintura, escritura, cine, fotografía, diseño, reparación de aire acondicionado, filosofía, literatura, boxeo, abogacía, cocina, periodismo y sobre todas las cosas la mentira organizada. Pero mentiras de verdad.
Nadie está muy seguro que este grupo exista. O que hagan todo lo que dicen hacer. O que hagan aunque sea una sola cosa. Ni siquiera sus miembros. Si es que tiene miembros. Por que en estos casos no se entregan credenciales ni diplomas que aseguran su pertenencia. La base filosófica libertaria provoca una incertidumbre que no puede ser aclarada por nadie. Algunos integrantes de Ranchapart ni siquiera saben que forman parte. Otros ni siquiera lo oyeron nombrar.
Ranchapart no apoya seriamente ninguna causa que no esté ya perdida (sobre todo del amor), no tiene sede permanente, no cede, ni tiene estatutos. Nadie avisa cuando son las reuniones, ni donde (por lo general son en un bar al azar), ni para que. En dichas reuniones se bebe hasta lograr una amnesia parcial que impide recordar que temas se trataron y cuales fueron las conclusiones y decisiones tomadas (justamente).
Otros dicen que Ranchapart es sólo una persona. De carne y hueso. Y otros dicen que es un demonio autoconvocado.
En realidad nadie se detiene a pensar mucho en esto. Porque como dice el manifiesto jamás escrito de la agrupación “Ranchapart tiene un pasado oscuro, un futuro incierto y el presente, el presente es mentira”.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Abrir Aquí

Fue un experimento sociológico escalofriante. Por eso nunca salió a la luz. Hasta ahora. No fue escalofriante el estudio en sí, sino el objetivo y sus resultados. Sobre todo sus resultados.
Para realizarlo se hicieron hace ya muchos años acuerdos secretos con ciertas empresas que aceptaron colaborar sin saber bien en que consistía todo. Pero aceptaron. En cada envase de leche, vino, salsa de tomate, yogurt o jugo o lo que sea iban a colocar la leyenda “Abrir Aquí”. Tanto en los sachets como en los tetrabriks. Sólo eso.
Se creó una división especial para controlar los resultados, disfrazada como una especie de empresa ecológica de reciclaje de basura. Ellos separaban cuidadosamente todos los sachets y envases de tetrabrik, incluso los sobres de jugo en polvo. Todo esto se enviaba a un edificio cuya ubicación sigue siendo un misterio, algunos dicen que está en Mataderos, pero a ciencia cierta nadie lo sabe. En este lugar se llevaba a cabo el estudio.
Cada envase tiene la leyenda “abrir aquí” acompañado de una línea de puntos impresa. A veces lo acompaña el dibujo de una tijera. Ahora, esa línea no es el mejor corte posible para abrir el envase. Nunca. O es demasiado grande o demasiado pequeño. No sirve ni como guía. Otro dato: el envase es perfectamente simétrico (si no fuera por las condiciones de higiene generales, se podría abrir desde abajo tranquilamente).
El estudio no tiene por objeto generar cambios, si no comprobarlos. Se evalúa el grado de domesticación de la población, que tanto obedecen. ¿Cuántas personas obedecían lo que dice un sachet de leche? Sabiendo esto fácilmente se podía calcular cuanta gente estaba dispuesta a obedecer a un televisor, a un cartel, a un anuncio de radio… Es el nivel básico: “abra aquí”. Sin más explicaciones. Llame ya, compre, Vote a, Compre, Bebe, Disfrute, Fume, Vea, escuche, Compre, venga, llame, compre, lea, aproveche, gaste…
Los resultados del estudio son escalofriantes. No tanto por lo que se quería medir si no por los resultados. Cada día son analizados miles de envases sólo en esta ciudad. “Abrir Aquí” se lleva todos los premios. Incluso en los envases de salsa de tomate, en los jugos en polvo dietéticos y vinos en cajita abiertos con los dientes. Pero esta investigación existe sólo por que existe la otra esquina, el miedo que esta posibilidad provoca, la tijera y alguien que piensa un segundo antes de abrir ese envase de leche.

martes, 1 de septiembre de 2009

Las enseñanzas de Castaneda I

“Cuanto menos sepan de mi hoy,
menos podrán prejuzgarme mañana”
Pez, No mi corazón coraza

Alguna vez dije (o pensé) que uno de mis objetivos era que nadie sepa si estoy borracho o normal, que esa línea desaparezca y que el que decida eso sea la persona que tengo enfrente. Pero eso es sólo una parte. El resto tiene que ver con Castaneda. O con Don Juan. La idea de crear una niebla alrededor de mi vida hasta que nada pueda darse por hecho.

Esto se puede lograr de varias formas. La más fácil es no decirle a nadie lo que hacés. Nada. Pero no puedo quedarme callado, dejar de expresarme de una forma u otra. Entonces hago todo lo contrario. Hablo de más. Invento mi pasado y mi futuro a cada instante. Invento teorías en las que no creo y las utilizo para que guíen mi vida, escribo, miento descaradamente para que alguien encuentre la verdad en todo esto. Miento tanto que a veces se transforma en realidad. O no, pero de tanto repetirla ya lo es. Es como partir del hecho que soy tímido y decir que no. Y hacer cosas para que crean que no lo soy, que me quedo sin palabras delante de una mujer. Por eso digo los peores piropos a todas. Para que no se den cuenta de que no puedo hablarles. Y el resultado es: confuso. Lo que intento es que no me consideren algo estable, en el sentido científico del término. Que nadie pueda decir “sabía que ibas a decir eso”. Y eso es muy complicado. Por que la irracionalidad permanente tampoco sirve, te hace previsible. Hay que estar más allá. Mucho más allá.

Lo mejor de todo es cuando digo la verdad. Chesterton decía que la mejor manera de que no te persigan por ser anarquista era ir diciendo “Soy anarquista”. Nadie te toma en serio. Algo parecido pasa cuando digo la verdad. No es que nadie me cree. Pero dudan. Dudan, igual que cuando digo cualquier otra cosa. Que conozco una odalisca, que no tengo televisor, que soy corredor de motos, que no tengo novia, que viví muchos años sin electricidad y demás mentiras. Y yo estoy empezando a dudar, a veces.

Ser un desconocido, “un famoso que nadie conoce”, o que nadie sepa muy bien quien sos te da una libertad difícil de encontrar en otras cosas. Yo en lugar de borrar mi vida personal le agrego tantas cosas que no es posible saber muy bien donde quedó. Para transformarme en nada hay que ser todo. Infinitas posibilidades, pura potencialidad, todo incertidumbre. (Como el cartel que dice “Todos tienen prioridad”).

Pero como todo plan perfecto tiene una falla. Debería alejarme de los que me conocen, pero no creo que pueda hacer todo esto sólo. Necesito al menos a mi Abogado. El otro problema es que si el objetivo es que nadie sepa quien soy ni que hago ese nadie me incluye.

Nadie sabe quien soy, ni que hago. Que es mentira, que es verdad. Ni siquiera yo.


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