jueves, 27 de septiembre de 2007

Una historia algo "verde"

En la “Mañanita” soleada de un domingo cualquiera, “Amanda” estaba sentada en el patio de su casa esperando al “Misionense”, su reciente novio. Al cabo de unos minutos, el golpea su puerta. Ella contenta le abre, pero enseguida nota que algo andaba mal.
- ¿Qué te pasa “Misionense”?
- Nada Amanda….es solo que conocí a alguien…
- ¿A quién? ¡Me lo tenes que presentar!
- No, es que es…me enamoré “Amanda”
- ¡¿Cómo?!!! ¿Quién es???
- “Rosamonte”
- ¡Ese no es un nombre!
- Rosa del Monte, con cariño le digo “Rosamonte”…
- No puede ser, íbamos a ir juntos al “Litoral”…
- Pero ya comencé un “Romance” con ella, y nos vamos a ir a “Taragui”…
- ¿Qué?? ¡Así no más! ¡Recién la conoces!
- ¡Pero fue un encuentro “Sublime”, una “Unión” muy fuerte!
- ¿Y yo? ¿Qué fui para vos?? ¿Tu “Mulita”?
- No vos eras mi “Pipore”, de Santo Pipo, pero eras…son cosas que pasan “Amanda”…Además vos sos chica, estas en el “Cbsé” todavía…
Frustrada “Amanda” echa de su casa al “Misionense” y se tira a la cama a llorar.
El contento por haber roto su relación con “Amanda” se va a buscar a “Rosamonte”.
- Hola "Rosamonte"
- Hola “Misionense”
- Linda “Mañanita”…
- No, es que tengo algo que decirte…
- ¿Qué?
- Que me enamoré de "Dickens"…
- ¡Pero es mi mejor amigo!!! ¡No puede ser, nos íbamos a ir a “Taraguí”! Soy tú “Cachamai” y vos mi “Brasita de fuego”…
- No, éramos…
- Y yo que te había comprado un “Cruz de malta”
- Lo siento…ahora te voy a pedir que te vayas...
- Está bien, me voy solo, no necesito que me eches.
Cabizbajo, el “Misionense” abrió la “Tranquera” pensando que tal vez le hacia falta un poco más de “Yerba Mate Buen día”.

Para información de marcas podés entrar a: http://www.webdelasmarcas.com/cgi-bin/links/search.cgi?query=yerba+mate

lunes, 17 de septiembre de 2007

Vicio sin motivos

Desde hace unos días me di cuenta que fumar un cigarrillo ya no es lo mismo que antes. Que ya no es simplemente esa sensación de alivio que quita una insoportable y asquerosa ansiedad. Me di cuenta que detrás de ese humo que se introduce suavemente en mis pulmones, viene una inexplicable expectativa en tratar de compartir algo. Un pucho sin nada en que pensar quizás no tenga sentido. Un pucho sin nada que esperar, es simplemente nada.
En este momento de soledad solo se siente un profundo e inquietante vacío. Solo se siente intentar recuperar algo que ya no existe.
Comprendí que el vicio es hacerte recordar que hubo un buen momento y que ya de nada sirve tratar de recordar, para el sólo hecho de vivir del pasado.
Después de haberlo fumado, te das cuenta del tiempo perdido. Tiempo que nunca se va a poder recuperar y que simplemente quedó en el pasado, pero sin más recuerdo, que el de un desagradable sabor a angustia. Y de esta manera llegué a la conclusión de que fumar en este estado, es esperar un tren que ya no va a volver a pasar por esta estación y que únicamente me hace recordar que estoy solo.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...